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miércoles, 14 de septiembre de 2016

EL GOBIERNO INTERNO POSITIVO El Plan Cósmico-Parte 32

Por: Francisco Sosa Mandujano

Antes del primer incendio de la Biblioteca de Alejandría (año 48 a.C.) encontramos otras lamentables destrucciones:

“En el año 213 a.C. el Emperador chino Shi-Hoang-Ti mandó quemar todos los libros antiguos -salvo los que ordenó guardar para su biblioteca personal-; por si esto fuera poco, reunió a 460 escritores que sepultó vivos, advirtiendo a sus homólogos que correrían la misma suerte si es que tenían en su poder alguna tablilla escrita.
Esta medida, sin lugar a dudas, obedecía a la ignorancia del Emperador.
Un siglo antes, en el año 330 a.C., Alejandro Magno incendia la Biblioteca de Persépolis. El fuego llegó a consumir los antiguos archivos que, si hubieran sobrevivido a tal acción, nos hubieran brindado una mayor claridad sobre la antigua sabiduría persa. De seguir retrocediendo en el tiempo llegaríamos a la época de la Atlántida, donde afortunadamente buena parte de los registros fueron puestos a salvo gracias a los Estekna-Manés de entonces.
Por citar algunos casos más, podríamos citar la destrucción de: los Libros Sibilinos de los Sacerdotes de Apolo; los antiquísimos textos del Avesta; los manuscritos rúnicos de la civilización Celta; los libros de la Antigua Djudul -la Tebas de Oriente-; los libros Cátaros; los sagrados códices de las antiguas culturas de Mesoamérica, como los Mayas; los Quipus o registros de información de la cultura Inca; los miles de tratados de “ciencias extrañas”, quemados conjuntamente con sus poseedores por la Santa Inquisición; libros de información en general destruidos por el Tercer Reich en 1939; el robo de los manuscritos de Qúmram, entre otros penosos casos. Y es que, hoy en día, esta conspiración continúa, siendo dirigida o estimulada por un grupo poderoso que controla los hilos del mundo.
Este grupo decide, por ejemplo, cuándo habrá una Guerra. Qué nuevo virus humano crear. Cómo lograr la quiebra económica de un país. Cómo monopolizar los recursos naturales del mundo. En fin, sembrar las bases de un Nuevo Orden Mundial Negativo.
Ellos son conocidos bajo el nombre de “Illuminati”, nombre que, curiosamente, recuerda al Resplandeciente del Universo Mental, Luzbel o Lucifer, que en latín quiere decir precisamente: “El que porta la luz”.
Según los Guías extraterrestres, algunos de los oriones deportados habrían logrado corporizarse en la Tierra, pero no para escapar, sino para dirigir esta iniciativa tenebrosa que se remonta varios siglos atrás, influyendo en la oscuridad el destino de las naciones.
Esta conspiración, cabe señalar, no es patrimonio de algún país en específico. Si no de un grupo de individuos que han sabido enquistar su semilla del mal y redes de manipulación en las más poderosas naciones de la Tierra para lograr sus objetivos. Sin embargo, pese a ello, la luz está prevaleciendo sobre la oscuridad.
El Gobierno Interno Positivo del Planeta
Así como existe esta influencia de la oscuridad, existe también una fuerza de luz que la antagoniza: La Hermandad Blanca.
Las misiones de ayuda extraterrestre en la Tierra, como la Misión Rahma, se han concentrado en el despertar progresivo de la conciencia humana, como un aporte de luz, para comprender que no estamos solos en el Universo, que formamos parte de un Plan Cósmico, y que nuestro futuro es construido por nuestros pensamientos y acciones, interactuando continuamente en él como artífices del destino planetario.
El mensaje es claro: “Las profecías no se han dado para que se cumplan sino para que no se cumplan, siempre es advertir para corregir”. Y el mundo no se va a acabar ni destruir. Se está transformando. Y para contribuir positivamente en esta transformación debemos iniciar la nuestra propia, que involucra despertar el recuerdo de quiénes realmente somos, y qué podemos ser…
Si la oscuridad trabaja con el silencio, la conspiración, la manipulación y la ignorancia, las fuerzas de la luz lo hacen con la verdad y la divulgación. Por ello Jesús dijo: “Yo os daré la verdad, y ésta les hará libres…”
Esta verdad, aquel conocimiento sagrado, es el tesoro espiritual que protege la Hermandad Blanca en sus Retiros Interiores. Por ello el principal objetivo de nuestra experiencia de contacto, es precipitar la recepción de la Verdadera Historia Planetaria, llamada por los Maestros, simbólicamente, “El Libro de los de las Vestiduras Blancas”.
“La Dama de Luz me hizo colocar una mano en el libro y otra en su pecho a la altura de su corazón sintiendo y entendiendo cómo las civilizaciones extraterrestres altamente desarrolladas, en su afán de controlarlo y dominarlo todo fueron llegando a crear hermosos paraísos sin alma, por cuanto al ir dejando de lado los sentimientos y las emociones, fueron perdiendo el contacto con su espíritu planetario a tal punto que este desapareció totalmente, produciéndose como una desaparición (muerte simbólica) de esa energía. Y que ahora que nos acercamos a la reconexión de los tiempos, los extraterrestres en contacto con nosotros, necesitaban que encarnáramos ese espíritu planetario, viviendo una profunda reconexión con el corazón cristal de la madre Tierra, para que así a través nuestro pudieran vivirlo y sentirlo ellos en toda su dimensión.
Ciertamente a través de los pueblos indígenas ligados con la Tierra ya ésta conexión existe y se mantiene a duras penas, pero los visitantes necesitaban que nosotros que aún no lo hemos terminado de perder del todo, nos abriéramos a recuperarla, para ellos poderlo recuperar también. Se procuraba entonces una conexión con la esencia de la vida, más allá de lo intelectual y racional, una experiencia profunda de compenetración con la Divinidad en medio de la naturaleza más salvaje, en donde nos uniéramos con el espíritu planetario y fuéramos uno con él, llegando a ser él en nosotros” (Tell-Elam, Viaje al Paititi, agosto 2010)
Hace miles de años, 32 seres extraterrestres representando a diferentes civilizaciones unidas bajo las fuerzas de la Luz, vinieron a la Tierra para fundar el Gobierno Interno Positivo, para antagonizar a las fuerzas oscuras que estaban extraviando al hombre mediante la ignorancia y el engaño. La gran nave que los trajo se posó en el desierto de Gobi, en la Mongolia. La legendaria Shambhalla, el Reino de Agharta y otras ciudades subterráneas evocan la Ciudad Matriz que en aquel entonces fundó la Jerarquía Superior. Luego fueron los Sacerdotes Atlantes quienes asumieron la posta y, finalmente, sería el hombre quien tome la responsabilidad de asumir su puesto como la civilización número 33.
La Gran Hermandad Blanca se encarga de dirigir misiones de Humanidad desde la presencia Crística hasta la Misión Rahma y de mantener el equilibrio con fuerzas positivas para impedir la rápida destrucción de una humanidad saboteada por el enemigo oscuro.
Por una hermosa coincidencia El Plan Cósmico termina con la parte 33. Amor y Paz.

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