Un  viento suave envolvía el campamento en las montañas de Constanza, en el centro de la República Dominicana. Hacía pocos minutos que habíamos terminado una práctica de meditación, y el grupo había dejado sus sillas para dirigirse hacia las tiendas de campaña y aprovisionarse así de mayor abrigo, antes que oscureciera. Eran las 6 pm. Y a diferencia del día anterior el clima frío se había ido tornando cada vez más templado y agradable .
Nos encontrábamos reunidos 37 personas en el campamento establecido al pie de unas colinas amarillentas , llenas de verdes bosques de pinos y altos pajonales. Estábamos a más de dos mil doscientos metros de altura, con una temperatura oscilante de entre 20 y 5 grados. Hacía un dia y medio que habíamos iniciado un Encuentro Mundial de Contacto, en la República Dominicana, el primero que se hacía de éste tipo en la hermosa y cálida isla caribeña.
Durante la mañana la lluvia y la neblina se habían turnado en hacerse presentes, pero a partir de las cinco de la tarde – tal como lo señalaban los mensajes recibidos-,  el clima empezó a cambiar, aclarándose y despejándose el cielo, dejándonos recibir las caricias de un luminoso sol que al atardecer, baño la zona de colores pastel.
Habíamos venido trabajando todas las prácticas conocidas de respiración, relajación, concentración y meditación, cadenas de sanación, de irradiación ,etc. conservando un ayuno de purificación y sensibilización desde el día anterior. Se había terminado una dinámica y nos estábamos organizando cuando, desde el campamento divisamos a unos trescientos metros una espesa niebla que avanzaba  con sospechosa velocidad pero solo a raz del suelo. Al llegar a la parte más estrecha del valle, la niebla ligeramente se elevó y concentró, adquiriendo la forma exacta de una medialuna, cambiando instantáneamente su coloración,  tornándose ligeramente grís azulina y algo plateada. En ese momento interrumpi mi diálogo con uno de los compañeros y me dirigí rápidamente hacia esa formación, con la intención de verificar la realidad y contundencia de la posible experiencia que se estaba preparando allí, para luego hacerla extensiva a todo el grupo.
Fui caminando ligero a pesar del barro del camino, de tal manera que cuando me fui acercando,  todo ese domo luminoso se recogió solo y se dirigió hacia mí envolviéndome en una suerte de torbellino. En ese momento pude apreciar la presencia de un hombre muy  alto vestido de un traje oscuro, que se encaminó hacia mí, lo cual también fue apreciado por la gente en el campamento.
Aunque todo fue muy rápido, pude contemplar delante mío y entre los árboles una esfera dorada a manera de Canepla, y sobre el bosque, del lado derecho, la presencia de una nave en forma de un disco plateado y algo luminoso. En ese momento fui alzado ligeramente por encima del suelo, y llevado violentamente de forma oblicua hacia la nave, ingresando en su interior vertiginosamente. Al parecer el ser muy alto habia subido conmigo y por ello el efecto de la luz, desbalanceado, diferente a cualquier otra experiencia anterior.
  Una vez dentro, me encontré en una habitación circular abovedada ligeramente oscura pero no muy grande; por una parte sentía la sensación de estrechez y por otra lo que miraba era que la decoración del lugar era la de un cielo estrellado con constelaciones. De pronto ubiqué a cuatro personas delante mío. Tres de ellas muy similares entre sí, tanto en apariencia como en vestimenta; siendo el diferente, el cuarto, un gigante parado en el extremo derecho, estaba incómodamente encorvado. Este estaba vestido de oscuro, con una especie de pectoral plateado en el pecho y era muy alto, con el pelo plateado no muy largo. Los otros tres eran como de mi altura, tenían ropas pegadas al cuerpo de color azul, sus rostros eran triangulares de color suavemente anaranjado, con los ojos muy claros y ligeramente felínicos. Las orejas no muy grandes pero si bastante largas, que descendían sobre los hombros. Su pelo era abundante y muy grueso.
Reconocí entonces en ellos a Sampíac, Anitac, y  Titinac de Venus ;  y el cuarto, que no sé por qué me demoré en reconocer, vendría siendo Antarel del planeta Apu de Centauro.
Lo que recuerdo que me dijeron fue lo siguiente, tomando la iniciativa en el diálogo el guía Sampiac y siempre en una comunicación telepática que se reproducía en mi mente :
-Esto que estas viviendo es consecuencia del Encuentro de Monte Shasta y del trabajo que se ha venido llevando a cabo en la República Dominicana a lo largo de los años. Esto puede ocurrir aqui, en California o en Chilca, porque ahora son lo mismo.
Todos los lugares estan siendo activados y conectados entre sí por portales dimensionales, los cuales son aperturados cada vez que entran en sintonía con la vibración del planeta y se concientizan con relación al Real Tiempo, y el tiempo alternativo.
Vemos madurez en algunos y eso nos place ; y cada vez son más aunque no todos, los que comprenden la urgencia e importancia del momento. Si fueran concientes de la gravedad de los acontecimientos no podrían siquiera conciliar el sueño por las noches.

-Ciertamente, - dijo Anitac, con una voz suave pero segura que percibía en mi cerebro - Esta llegando el momento en que la humanidad  ha  de  descubrir la clave que significó en su momento aquel continente olvidado que uds conocen como Lemuria. Hace 80,000 años de los vuestros comenzó la aventura lemuriana, y hubo un momento muy especial, en que la raza negra originaria del planeta, y la especialmente adaptada a los requerimientos del planeta, evolucionó rápidamente, y estuvo en las mejores condiciones de restaurar y lograr la sincronización de los tiempos; pero no faltaron entre las civilizaciones involucradas como Sembradores, quienes consideraron que como la humanidad había llegado a esa condición sin una supervisión expresa de la Confederación, como diríamos: por su cuenta,  no se podía permitir que se lograra porque las consecuencias eran imprevisibles y podrían ser nefastas...

-Realmente hubo temor e inseguridad, un síntoma maravilloso del grado de afectación al que se estaba llegando y que demuestra que se esta cumpliendo el Plan Cósmico- dijo Titinac.

-Nuestras civilizaciones se basan en el control casi absoluto de las situaciones. Cuando estas escapan de ese dominio mental, basado en nuestra capacidad de tomar previsiones, nos sentimos perdidos.-Comentó Sampiac.

-El último periodo de Lemuria, conocido como MU hace unos 12,000 años marca el momento en que la final destrucción de la Atlántida termina de perjudicar el proceso evolutivo de esa otra parte del planeta, llevándose de encuentro lo que quedaba. Por tanto llega el momento en que se os revelen informaciones a las que han accedido producto del esfuerzo de vuestro peregrinaje en esta encarnación. Llega el momento de saber y de entender. Asi es que estamos en condiciones de poder confiarles de que una de las encarnaciones primeras del Maestro Jesús se dio en la Lemuria.
Como bien saben, una vez que se produce la síntesis de las energías de la naturaleza, a partir del alma colectiva del planeta, surge un espíritu individualizado acompañado de la primera parte de su nombre cósmico que representa esa explosión de luz y de sonido que acompañó su condensación. A partir de ese momento empieza un proceso de múltiples encarnaciones hasta que en alguna de ellas se toma consciencia del camino espiritual; ese momento es como un segundo nacimiento, el cual viene acompañado de la segunda parte del nombre, que viene siendo la terminación cósmica.
La encarnación en la que el real ser del Maestro Jesús tomó conciencia del camino espiritual y empezó su exitoso avance hacia la maestría, fue durante la Lemuria; y fue perteneciendo él a la raza negra. –Esto lo comentó al parecer Anitac, ya que esbozó una delicada sonrisa y sentí su energía.

-Los Ramas tendrán cada vez más relevancia y destacarán en su sociedad de tal manera que la gente estará pendiente de sus planteamientos; esto se apurará con el develamiento de información cada vez más comprometedora. Habrá una sensación de sosobra y confusión en la humanidad, por lo que la gente irá donde aquellos que tengan la claridad para orientarlos y las paz como para consolarlos- dijo Titinac.

-¡Este encuentro marca un hito!...Lo que esta ocurriendo en éste encuentro deben de contarlo a la prensa para que actue y funcione como una campana que pueda despertar conciencias. No se preocupen porque sabrán que decir,  y todo moverá consecuencias importantes.
La gente tiene que saber que estas cosas pasan en su tierra, en su isla, no en un lugar alejado; y que precisamente acontecen cuando hay movimientos sísmicos y sociales muy fuertes.
Al acercarse los tiempos del cambio, la vibración ascendente traerá toda clase de movimientos físicos y psíquicos, por ello el incremento de la actividad sísmica en la isla, y en las placas de todo el planeta. Pero ya estamos viendo eso para ayudar y evitar terribles catástrofes. Ustedes tienen que hacer su parte conservando su paz y armonía a pesar de todo.
La sincronización estará precedida de cambios climáticos, fenómenos insólitos y mucho caos, anarquía y violencia, sembrada como bien saben a propósito para justificar la eliminación en masa de pueblos y razas mediante la siembra coordinada de virus- sentenció Sampiac.

-Nunca antes como ahora , sus cadenas  y trabajos serán más que útiles para crear un balance- aportó Titinac.



-Recuerden que ocurrirá lo que ustedes permitan que ocurra. Nosotros sabemos lo que puede pasar por deducción estadística, por cálculo de probabilidades, por un estudio y observación sistemática, y como consecuencia de todo lo anterior. Además hemos estudiado en profundidad las profecías captadas y elaboradas por los propios seres humanos de la Tierra- aportó Anitac.