Por: Francisco Sosa Mandujano
Hoy vamos a tratar del tercer principio o ley universal, mencionando que seguramente a todos nos ha pasado cuando lo escuchamos por primera vez, en mi caso lo supe en las prácticas de Rahma Misión y me preguntaba ¿Por qué esto no se enseñaba en las escuelas y colegios? Tal vez así no se ignoraría cosas tan básicas para la vida de los seres humanos. Pero, si todo, todo está en movimiento ¿La piedra también? -pregunté- La respuesta fue -Claro que sí- me quedé callado pensando cómo podía ser esto así, yo no veía que la piedra se moviera a menos que alguien lo llevara de un sitio para otro, entonces me explicaron que ese movimiento era la vibración, que la piedra también está vibrando, pero en una frecuencia muy baja. Movimiento es vibración y la vibración es movimiento.
Todo, absolutamente todo está en movimiento, nada, absolutamente nada está inmóvil. “Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par” El Kybalión.
Para un principiante, al inicio y aún después se hace difícil comprender que los principios de la verdad son siete, aquella persona que comprende bien esto dice el Kibalión que tiene la “clave mágica”. Veamos entonces que dice el mensaje extraterrestre.
El Principio de Vibración
“Todo vibra, todo está en movimiento”, todo se mueve hacia un cambio, hacia su propia transformación; pero también este principio tiene que ver con el poder del sonido que se manifiesta en nosotros a través de la palabra, como “La Magia del Verbo”. Esto quiere decir que “uno concreta lo que decreta”.
En el evangelio de San Juan dice: “En el principio era el Verbo (la palabra), y la palabra era Dios, y la palabra estaba al lado de Dios, y por la palabra todas las cosas fueron hechas”. Qué importante entonces es la palabra si se le asigna ese poder de materializar intenciones.
Debemos tener mucho cuidado con las cosas que decimos porque la palabra es creadora, y tiene su propia carga vibratoria que puede contaminar el ambiente o lo puede elevar vibratoriamente.
Decía un adagio árabe: “Habla solo cuando tus palabras sean más dulces que tu silencio”. De tal manera que, si no tenemos nada bueno que decir, debemos aprender a guardar silencio.
La palabra es la que da forma a las cosas. Por la palabra se puede construir o destruir. La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones, así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero sólo si se emplea adecuadamente.
En éste principio se debe trabajar con la respiración, el autocontrol, la inteligencia, la autobservación, la prudencia y la pureza.
La ubicación de este principio sería a la altura de la garganta.
“Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra” El Kibalión.
Caramba, es como si nos dijeran otra cosa, mientras que estábamos en que nada está inmóvil, sino que cada cosa tiene una vibración, su propia vibración, este principio tiene también que ver con el poder del sonido que se manifiesta en nosotros a través de la palabra, entonces entiendo que la palabra también es vibración, una frecuencia vibratoria (Cuanto mayor es la frecuencia, más rápido vibra la onda; y cuanto menor es la frecuencia, más lenta es la vibración) todo dependerá de esa frecuencia vibratoria para hablar de La Magia del Verbo, que en otras palabras quiere decir, concretar lo que uno decreta ¿Qué es lo que decretamos? ¿Una frecuencia vibratoria alta o una baja? Este será la tarea que nos toca discernir a cada uno para estar despiertos.
En éste principio se debe trabajar con la respiración, el autocontrol, la inteligencia, la autobservación, la prudencia y la pureza, señalan los Guías de Rahma Misión.
Cuando escuché por primera vez que no sabíamos respirar, puse atención, dado que para mí no dejaba de respirar desde mí nacimiento, pero ignoraba de todo el proceso de la respiración, el cual consiste en la entrada de oxígeno al cuerpo de un ser vivo y la salida de dióxido de carbono del mismo, aprendí, que la respiración no es solamente una actividad de los pulmones, sino que todo nuestro organismo respira a través del pulmón, no solo oxígeno ingresa a nuestro cuerpo, sino también energía vital o prana. Quien captura el oxígeno, la energía vital y quien expulsa el dióxido de carbono es todo el organismo. Sus miles de millones de células consumen oxígeno incansablemente, consumen la energía vital o prana necesaria e indispensable para realizar sus actividades. Desde luego la respiración tiene una técnica que hay que aprender, hay que trabajarlo o practicarlo constantemente.
El trabajo de autocontrol es lograr la habilidad para controlar a nuestras emociones, para controlar a nuestra conducta o actuación y controlar a nuestros deseos, que no es nada fácil, he ahí la tarea de cada uno.
Inteligencia es la capacidad o facultad de entender, razonar, saber elegir. La inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para resolver un problema. Se dice que una persona es inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre varias posibilidades que se presentan a su alcance. ¿Lo tenemos claro esto? Si no lo tenemos claro hay que trabajar en lograr esa capacidad. Otra tarea.
La auto-observación es la capacidad que tenemos los seres humanos de observarnos a nosotros mismos, la capacidad de analizarnos ampliamente. La auto-observación nos ayuda a conocernos a nosotros mismos. Si es así, tenemos esa tarea, nadie lo hará por nosotros. Practicar, practicar y practicar.
Debemos trabajar o practicar la prudencia que es la virtud de actuar de forma justa, adecuada, con moderación y con honestidad. Tal vez no podemos ser buenos con todos, pero debemos ser justos con todos. Deseo que las tareas no les abrume.
¿Puedo trabajar o practicar la pureza siendo impuro? me pregunté cuando me hablaron de la pureza, pues medianamente entendía que la pureza venía de la cualidad de ser puro, mejor dicho, aquel o aquello que está libre y exento de toda mezcla de otra cosa o conserva su naturaleza original, que no se encuentra contaminado. Cada uno sabrá en qué grado de pureza se encuentra, claro que estamos hablando de la pureza de nuestro Ser, pues en este tercer principio universal hay que practicarlo y para hacerlo nos ayudará el despertar de nuestra conciencia. Amigos, muchas gracias por escuchar el mensaje de los siglos. El Profundo Amor de la Conciencia Cósmica (Dios) nos bendiga a todos.
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