"Si fueramos los unicos en el universo, seria un gran desperdicio de espacio" Carl Sagan. Que pequeño seria Dios, si despues de haber creado este inmenso universo, poblara solamente este pequeño planeta tierra. Ese no es el Dios que yo conozco" Papa John XXIII
Seguidores
martes, 15 de septiembre de 2015
El dolor de los desamparados
El dolor de los desamparados
Cuando Vi esta foto
en las redes sociales, tenía el siguiente mensaje: "Sólo son inmigrantes
tratando de huir de su zona de guerra que los ha atemorizado por mucho
tiempo...Sólo desean el bien para sus hijos y que sus pequeños no sufran el
flagelo de la violencia… no los critiques, MAÑANA PUEDES SER TÚ”.
Fue tal el impacto
que me causó y causa esta foto en mí, que
mis lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin consuelo. No hay palabras para
describir el dolor, el miedo y el sufrimiento que este hombre refleja en su rostro con sus hijos en
brazos.
El dolor de dejar
su tierra, sus costumbres frente a un futuro incierto en un país que a lo mejor
no los quiere; y si los aceptan, ¿me entenderán? ¿Encontraré trabajo, hogar y
otras tantas cosas que en su tierra posiblemente las tenía. Es un aventurarse a
ver si encontramos la paz.
Todavía me cuesta
trabajo entender cómo en pleno siglo XXI el ser humano no se de cuenta de que
todos somos hermanos en un mundo que nos pertenece a todos por igual. El ser
humano tiene derecho a vivir en paz, a ser feliz, a tener un techo donde vivir
seguro con su familia, a tener un trabajo, educación y servicios de salud. ¿Por
qué la guerra? ¿Por qué el dominio sobre los demás? ¿Por qué el virus de la
ambición está tan dentro de nosotros? Tenemos que despertar. De lo contrario,
estamos sembrando con nuestra indiferencia causas que traerán efectos desastrosos en el porvenir de la
humanidad.
La crisis de los
inmigrantes en Europa la considero como un genocidio en pleno siglo XXI.
Permitir que mueran en el mar, negarles la entrada a los países y por los países donde están buscando refugio es virarle la
espalda y lanzarlos a una muerte no solo física, sino psicológica, emocional y
espiritual. Entiendo que muchos países tienen problemas económicos y aceptar un
grupo tan alto de inmigrantes posiblemente les ocasionaría otros problemas.
Pero son seres humanos, desesperados en busca de seguridad emocional. Es una cuestión humanitaria.
¿Cómo nos sentiríamos si en nuestros países se desatara
una guerra y fuéramos perseguidos? ¿Si no hubiera seguridad para nuestros
hijos? Emigraríamos. Haríamos lo
mismo.
Confío en que nosotros
aprendamos a ser solidario con el dolor ajeno, que despertemos al conocimiento
de lo que nos está sucediendo como humanidad, que tengamos el entendimiento
para saber cómo salir del egoísmo y a amarnos los unos a los otros como lo que
somos: hermanos, sin distinción de raza, color y fe.
Zoila Luz Mulero
10 de septiembre de 2015
Cagüas, Puerto Rico
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario