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lunes, 30 de junio de 2014

Fragmentos de "Síntesis 33" de Sixto Paz Wells

 "... En el libro “El Oro de Los Dioses” de Erich Von Dániken, aparece la fotografía de una de las planchas que tenía en su poder el padre Crespi, en Cuenca, quien las conservó en un pequeño museo que fue incendiado hace más de treinta años, por tres sujetos desconocidos, que con cera liquida que contenía gasolina, rociaron el local del Colegio Salesiano que se hallaba a la espalda de la Iglesia, destruyéndose gran parte del material.
La Plancha que aparece en el libro de Von Dániken, tiene la particularidad de que los símbolos que aparecen en ella, se relacionan mucho, o se parecen demasiado, con las notaciones musicales antiguas, como las que se utilizaban en Europa en el siglo X, año 900 en adelante para representar el Canto Gregoriano, cuyo origen fue más o menos en el siglo VI d.C., en época que se habla del Grial y del rey Arturo en Inglaterra.
Esto nos hace pensar que el Libro de Las Vestiduras Blancas, no estaría escrito en un idioma que habría que traducir, sino más bien, se daría como en Nombre Cósmico, una especie de mantram que abriría el Archivo Akáshico, o Libro de la Historia de la Humanidad.
La plancha, pues, contiene un alfabeto similar a los símbolos que los Guías han trasmitido, algunos están repetidos, y mantienen la misma similitud con los de los Cantos Gregorianos.
Por ejemplo, se encuentra en carácter de la interrogación que une dos símbolos, para añadir un valor al carácter en sí, dos símbolos que se usaban en la música.




No guardan relación con el pentagrama habitual que conocemos, no son notas tal como las sabemos, sino entonaciones, de tal forma, que una sinusoide significa que se tiene que elevar un tono, o bajarlo.
El propósito de los Cantos Gregorianos, es armonizarse con la vibración primordial que todos tenemos en la columna, como los monjes, eso no es otra cosa que la Kundalini, la elevación de la energía, el despertar los chakras, despertar los centros.
Tiene, pues, el Canto Gregoriano, un carácter vibratorio para elevar y despertar la energía o canalizar las energías hacia un despertar de conciencia.
Los monjes que cantan el gregoriano, requieren menos horas de sueño, lo cual sugiere que tiene un efecto relajante.
La forma en que se escribe la música en los Cantos Gregorianos, es muy distinta a como se escribe actualmente en el pentagrama, por ello ha habido dificultad en el traslado de los ideogramas utilizados.
La notación de siete notas que usamos hoy en día es arbitraria, la separación entre notas, es una serie de tonos y semitonos arbitrario, por esto se sospecha que antes de la separación de frecuencias, de notas, o tonos y semitonos, entre quintas notaciones, era diferente.
La plancha de la fotografía del libro de Von Dániken, nos muestra cuatro columnas de 1 símbolos cada una, algunos repetidos, dos de ellos en una especie de red. La plancha es más larga que ancha.
La clave, era la respiración en los Cantos Gregorianos, de allí que a los símbolos usados se los llama neumáticos (neuma-aire)
Loa símbolos indicaban como elevar o bajar la voz, siempre eran tonalidades menores, y había un intervalo prohibido, que era el de Fa a Si, pues se consideraba que alteraba el organismo, por ello inventaron los monjes el Si bemol, para que fuera más suave y menos estridente.
Se le llamaba a ese tono prohibido, “el diablo en la música”.
El Libro pues de Las Vestiduras Blancas, no se leería, sino que se cantaría, por cuanto son los mismos símbolos de los cantos de los Coros Gregorianos, de las planchas encontradas en cavernas en Sudamérica, los símbolos recepcionados de los Guías en algunas comunicaciones o visualizaciones y percibidos en algunos encuentros.
Los Cristales de Cesio, tantas veces hemos hablado de ellos, que nos ayudarían a interpretar, vendrían a ser una caja de resonancia, para que con el Nombre Cósmico podamos alcanzar la frecuencia vibratoria adecuada, para acceder al registro Akáshico, que estaría codificado en símbolos neumáticos traducibles a sonidos, sujetos a una interpretación tonal o musical.
¿Sabían ustedes que el Monasterio de Silos, en España, es el único que enseña el Canto Gregoriano, que se encuentra en la localidad de Burgos, en el meridiano 3º 33’?..."
Sixto Paz Wells
 
Otro fragmento de síntesis 33:
 
"...Según los últimos descubrimientos, realizados en torno a la Sonografía de los cantos de las aves del Amazonas, se ha explicado que estos sonidos, estos cantos, describen una serie de símbolos. Esos símbolos son idénticos a los símbolos utilizados en los cantos de los Coros Gregorianos; a los símbolos encontrados en las planchas de la caverna de los Tallos en el Ecuador; idéntica a los símbolos que hemos recibido de los Guías, y también a los símbolos de la primer escritura que se encuentra en Egipto en la zona de Meroe, el idioma de Akesh del cual surgiría posteriormente la escritura jeroglífica hierática y dermótica, los mismos símbolos que los guías dan..."

martes, 24 de junio de 2014

QUÉ SON LOS DISCOS SOLARES:



La Humanidad y los Interventores después de Edén 


Una vez que se consideró que el proyecto Tierra había fracasado por la propensión de la humanidad -programada genéticamente- , a la trasgresión e indisciplina; y debido también a que posteriormente fue descubierta en el interior de la nave Edén, ubicada en un punto de África, la desatinada actuación de uno de los siete Sembradores de Vida enviados llamado Gadreel, elplaneta fue abandonado a su suerte, siendo el primero de los ocho planetas seleccionados, que fue descartado del Plan Cósmico. 


La Tierra junto con otros siete planetas había sido seleccionada para albergar una civilización con un potencial psíquico y espiritual, capaz de abrir puertas entre las dimensiones, y llegadoel momento y el caso, ser capaz de sincronizar el tiempo alternativo paradójico en el que se encontraría, con el Real Tiempo del Universo de donde vienen los Sembradores, Interventores, Guardianes, Vigilantes e Instructores extraterrestres. 

Nuestro mundo había sido escogido porque hace más de mil doscientos millones de años murió producto de la lluvia meteórica, que acabó con la vida inicial del planeta. Esto permitió que seres de civilizaciones avanzadas recibieran la autorización de parte de jerarquías cósmicas como para venir aquí y a otros siete planetas similares, ingresando a través de pliegues cósmicos o portales interdimensionales, viajando a través del tiempo y del espacio.
El tiempo en el universo es como una espiral ascendente. En un determinado momento de ese desenvolvimiento la Tierra murió, pero el tiempo y el universo continuaron. Fue entonces que se decidió experimentar aquí, por lo que vinieron antes de que la Tierra muriera e impidieron que expirara, creando así un tiempo alternativo aparentemente irreconciliable con el tiempo real, este que hoy vive el hombre.
Volviendo al relato de Edén, el Sembrador Gadreel que alentó elconsumo de plantas alucinógenas entre nuestros antepasados fue castigado, siendo exilado en la misma Tierra , refugiándose en elmundo intraterrestre, sembrando dicho mundo con seres de su creación, los cuales seguirían cumpliendo con inducir al ser humano al consumo de toda clase de plantas prohibidas de consumo directo , como supuesta y a la vez engañosa vía de protección, a toda clase de acechanzas , y para facilitar su contacto con estos seres y lograr de ellos sus favores, los cuales serían siempre cobrados a muy alto precio: el pago finalmente sería la dependencia, el bloqueo natural de las facultades y la gradual autodestrucción del propio ser humano .
Surgió así una variedad peligrosa de mal llamados elementales o espíritus de la naturaleza, distintos a los naturalmente existentes que son producto de la evolución espontánea de la energía y de la consciencia planetaria. Estos seres, bajo ciertas condiciones llegan a materializarse, situación impensada para los que son producto del proceso natural. Pero no todas estas entidades tienen una tendencia hacia el mal. Siendo nuestro mundo parte de un universo donde prima la dualidad, existe la tendencia hacia ambas direcciones de la polaridad en todos los seres. Por ello hay seres también benéficos refugiados en el mundo intraterrestre.
Al poco tiempo del abandono y del olvido al que fue sumido elplaneta, llegaron naves a nuestro hábitat, declarándolo tierra de nadie, lo cual les permitiría extraer una variedad de metales, entre ellos oro. Pero el oro de la tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12 discos a manera de espejos metálicos, de un oro casi traslúcido, que conectados entre sí, a través de un treceavo más grande, y que los ensambla a todos , debían ser ubicados en puntos estratégicos , para que pudieran plasmar un rumbo de conexión con la puerta cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo, así como facilitar una energía portadora capaz de abrir puertas entre las dimensiones.

Para la confección de dichos discos se requirió de la combinación de varios metales, siete precisamente, conocido como proceso alquímico. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación interviniera la combinación de voces y sonidos, mentes y corazones del planeta y de éste tiempo alternativo. 

Los interventores del Plan Cósmico –como dijimos- centraron su atención sobre ocho planetas de categoría UR, de cuatro galaxias escogidas de un grupo local, limitando el área de experimentación, ingresando a través de pliegues cósmicos en un Tiempo Alternativo, que se creaba en la medida en que se entraba en él. Al ingresar iban dejando atrás una puerta que rápidamente abrió otras , convirtiéndose en varias, llegando a ser siete en elcosmos , y no menos de doce en la tierra , confundiéndolos en elproceso de retorno y arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el portal equivocado. Porque solo una es la correcta para volver a su tiempo y momento.
Cada uno de los trece discos ha impedido por un tiempo que se abran más portales. Pero con la cercanía al Giro del Tiempo, y la activación de los centros, los discos están dando paso a aperturas mayores, hasta que todo el planeta sea absorbido por un solo mega portal.
Los Veinticuatro Ancianos de la Galaxia y los Nueve de Andrómeda, que son el gobierno de nuestra Galaxia y del conjunto o Grupo Local, sabían lo que significaba enviar a los experimentadores a ésta otra realidad, y a propósito lo previeron para que quienes llegaran a los planetas de intervención no pudieran echarse atrás, impidiéndoseles volver de inmediato sin completar antes su tarea, obligándoles así a que tuvieran eldebido interés de que el proyecto alcanzara el éxito. Por ello los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores seres de nivel 4,4 con cuerpos de cuarta dimensión, consistentes pero a la vez ligeramente más luminosos que los nuestros y con una cuarta dimensión de conciencia, pagaron el precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que llamaríamos desorientación.
Los Mayores y Mentores que son de un nivel 6,6 no tienen corporeidad física, y se proyectan al Tiempo Alternativo, pero no están en él.
Las siete puertas son como los siete sellos, para ubicar a la puerta correcta había que usar a la humanidad o dejarse guiar por ella de regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a entenderlo mucho tiempo después los interventores.
Originalmente no se uso a los seres humanos de la tierra para eltrabajo de las minas, pero posteriormente algunos grupos humanos primitivos y posteriormente los conocidos como Neandertales fueron empleados, o más bien diríamos: esclavizados para esas funciones sin ningún remordimiento.
Paralelamente a todo esto la humanidad en contacto con lo intraterrestre y con los elementales avanzó pero de una manera desordenada, conectando fácilmente con distintas esferas y planos. Desde hace unos 80,000 años la raza negra originaria del planeta, llamada Lemuriana y la mejor adaptada al planeta, empezó a refinarse y destacar, siendo capaz rápidamente de construir mental y espiritualmente una escalera al cielo, y físicamente a través de una civilización con cultura propia, mentalmente con un entendimiento de las cosas y espiritualmente con la percepción de la existencia de los universos paralelos, planos y dimensiones.
En aquel entonces los humanos se conocían a si mismos, y se entendían entre ellos mentalmente, como en un solo idioma y también se comunicaban usando el lenguaje de las aves, sonidos a manera de silbidos, imitando el canto de las aves. Todo esto aunado al final de un ciclo cósmico de casi 26,000 años que creaba las condiciones ideales para hacer la sincronización de los tiempos, puso en alerta a quienes dirigían el Plan Cósmico.
Se había logrado el avance de la humanidad en un tiempo sin tiempo; al margen de la observación, supervisión, control y guía de los interventores; y todo ello era inaceptable. El proyecto había sido dispuesto para que fuese una enseñanza y significara un aprendizaje para los extraterrestres, y no podía o debía resultar exitoso sin la presencia, seguimiento y observación cercana de los interventores; además, porque se corría el riesgo que sólo la humanidad de la Tierra diera el salto y se quedaran los extraterrestres atrapados en aquella otra realidad . En tal sentido hubiéramos pasado nosotros, pero no ellos. Por tanto se decidió bloquear la posibilidad de lograr un éxito inmediato, haciéndole olvidar al ser humano el conocimiento y recuerdo de sus facultades, produciendo en él un terrible adormecimiento y retroceso. La clave para recordar estaría en el nombre secreto de cada uno, también conocido como "Nombre Cósmico", que funcionaría como una llave personal e intransferible.
El siguiente paso que se tomo fue el de retomar la Tierra como parte activa del proyecto porque de los otros siete planetas escogidos, tres se destruyeron totalmente y cuatro se estancaron por el exceso de cuidados y dependencias. El único planeta en elcual los experimentadores habían perdido el control sobre elexperimento, y las posibilidades estaban dadas para lograr un buen resultado, era la tierra.
Hace veinticinco mil años dos grandes civilizaciones fueron enviadas en calidad de Guardianes y Vigilantes. Unos procedían de Orión y otros de las Pléyades. El jefe de los oriones se llamaba Satanel, y su aspecto era reptiloide. Pero no todos los oriones son así, porque es una constelación que abarca varios planetas y civilizaciones, muchos de ellos son de aspecto muy humano.
Hubo un momento en que Satanel consideró que como las energías del planeta eran tan violentas, y la humanidad era impredecible, resultaba insegura y peligrosa la situación porque podía poner en peligro el orden establecido, por lo que era riesgoso usar a la humanidad o dejarla actuar espontáneamente. Más bien habría que neutralizarla y en todo caso, sino hubiese otra alternativa: dirigirla.
Satanel pertenecía al linaje cósmico de los llamados "Serpiente", un linaje de las estrellas que se consideran a si mismos con derecho a gobernar el proceso de éste planeta, al cual también están atados. Las actitudes de éste Orión y de un grupo de sus seguidores llevó a la Confederación de Mundos a una tensión tal que se desató una verdadera guerra, cuyos ecos aún resuenan en ésta parte del universo.
Finalmente los disidentes fueron sometidos, y remitidos a la Tierra como deportados. Semejante decisión no hacía otra cosa que asegurar más la posibilidad de reconexión entre los tiempos. Por ello se permitió. Unos a favor y otros en contra de un proceso, pero todo en un área controlada y observada. Además, originalmente se había previsto que hubiese toda una situación de fuerte presión sobre las civilizaciones escogidas para elexperimento cósmico. La presencia de ellos sería la presión.
Aunque no todos los oriones participaron de la disidencia, los que se mantuvieron fieles al Plan Cósmico y a la Hermandad Blanca del Universo, se les reemplazó por seres de Sirio, de Can Mayor quienes junto con los Pleyadianos quedaron como Guardianes y Vigilantes.
Los oriones seguidores de Satanel, por ello llamados "satánicos", consiguieron desde nuestro planeta influenciar psíquicamente sobre los pleyadianos, quienes se vieron afectados por la sensualidad del planeta, cometiendo la grave transgresión de tener contacto sexual con los seres humanos. Los mestizos producto de esta relación son los que conocemos como los "Atlantes".
La intención de los disidentes al propiciar todos estos desaciertos era poder reencarnar a través de los atlantes, para escaparse de la Tierra , o apoderarse de ella; o llegado el caso destruirla; sólo queel problema que se presentaba a la hora de encarnar en éste mundo, es que todos enfrentamos un proceso de olvido. Olvidamos quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos y por qué estamos aquí; y eso era un inconveniente insalvable.
El mal uso que hicieron los atlantes del conocimiento recibido de sus padres extraterrestres, los llevó a su autodestrucción. Muy conveniente para aquellos atrapados en nuestro planeta. Pero la destrucción no fue total como ellos hubieran querido, pero sí afectó el último período de la Lemuria , llamado "MU", haciendo que los murianos fuesen evacuados por los pleyadianos desde la Antártida donde su historia y sus adelantos quedaron enterrados bajo el avance del hielo, siendo remitidos hacia Mesoamérica, dando posterior surgimiento a la civilización Olmeca.
Una de las particularidades de la humanidad en comparación con los interventores es que nosotros somos capaces de anticipar elfuturo, esto es, que tenemos potencialmente la capacidad de la premonición y de la precognición. Los visitantes al ingresar en eltiempo alternativo sufren una desorientación que les impide anticipar y captar hacia delante los sucesos futuros. Todas sus previsiones se basan en cálculos de probabilidades, estadísticas, proyecciones especulativas y todo lo que puedan llegar a enterarse a través nuestro. Por tanto los extraterrestres que vienen a la Tierra por actuar en un tiempo diferente al suyo, sólo conocen elpasado, el cual han venido ocultando por las implicancias del mismo. Conociéndolo seríamos conscientes de nuestras potencialidades, de nuestro rol y misión en el concierto de los mundos, así como conoceríamos a nuestro oponente, sus debilidades y limitaciones. Sólo que éste conocimiento sin estar preparados nos haría más mal que bien.
Para subsanar las consecuencias de las tragedias de Atlántida y Lemuria, a la vez que darle una nueva oportunidad a la humanidad que ya había demostrado su potencial capacidad de lograr los objetivos iniciales fundamentales, se decidió acelerar los procesos, pero esta vez bajo el estricto control y supervisión de los interventores.
Es en éste tiempo que se decidió enviar a los Instructores Planetarios, que en número de 144 visitaron distintas partes de la Tierra , y depositaron parte del conocimiento , supervisando cada cierto tiempo el desenvolvimiento del mismo.
Las mujeres terrestres por su natural predisposición a canalizar y orientar las energías planetarias a manera de antenas, recibieron de los seres de Sirio un conocimiento de primera mano, consistente en la forma de aplicación práctica de las Leyes y Principios Universales, lo cual las transformó rápidamente en sacerdotisas de la diosa madre, que no significaba otra cosa que ser representantes del espíritu planetario o de los aspectos femeninos del Creador.
Por ello, en el Mito de Osiris, Isis es la diosa hechicera capaz de resucitar a su marido, el cual representa la humanidad sacrificada en el ciclo anterior. Ella transformada en ave (se desprende de su cuerpo y busca a su marido en los planos sutiles, como ocurre con los mediums en el espiritismo), revolotea alrededor del cuerpo del esposo asesinado, devolviéndole mágicamente y sólo por unos instantes, a la vida para engendrarel que restaurará el equilibrio.
Las poderosas energías planetarias pusieron a prueba a los Vigilantes que dividieron por secciones el planeta, creando áreas de influencia según los mundos, a manera de feudos, despertándose la agresividad entre ellos y entrando en franca y violenta competencia. Los extremos de tensión a los que se llegó fueron tales que requirieron de la intervención de seres ultraterrestres para poner orden. En medio de semejante caos reinante la labor de vigilancia dejo mucho que desear, relajándose y tornándose una coladera de visitantes inoportunos e inadecuados.
Para ayudar al planeta, a la humanidad y al Plan sin morir en elintento, luego de los 144 Instructores Planetarios, y como una forma de poner orden a las disputas generadas, los Vigilantes accedieron a la llegada e instalación de la Tierra de la "Hermandad Blanca", que consistió en treinta y dos seres de diferentes mundos que se ubicaron en el desierto del Gobi en la Mongolia y se hicieron cargo de relevar a los instructores iniciales y limitar la participación de los Vigilantes en el proceso planetario. Además, se hicieron cargo de los Discos Solares, los Retiros Internos y de la vigilancia de los Portales Interdimensionales que se encuentran abiertos de manera natural en el planeta; y de cuantos podrían llegar a abrirse en la medida en que nos fuéramos acercándonos al final del ciclo cósmico.
Con el Cristo que se manifestó siete veces a lo largo del proceso planetario, se ubicó la puerta correcta de reconexión con elTiempo Real.

La apertura del séptimo sello coincide por tanto , con el ascenso del planeta y la humanidad a la cuarta dimensión, así como con elretorno del Cristo como la manifestación del espíritu de compasión, caridad, y fraternidad , sólo que su manifestación requiere de un estado vibratorio superior en la humanidad basado en el amor incondicional a través del perdón. 

Seres como el mago Merlín, que eran híbridos entre extraterrestres y humanos conocían ambas direcciones del tiempo, y por ello fueron convocados a ser los guardianes de los discos solares y de las puertas cercanas a estos reemplazando a los extraterrestres .
Nota.
Este material es una parte importante de lo que he venido recordando y ensamblando a partir de la experiencia de contacto físico vivida el 10 de Octubre en Alto Banderas, República Dominicana.
Sixto Paz Wells

lunes, 9 de junio de 2014

El Enigma de Roncador: ¿un mundo intraterreno?



Es imposible describir todas las consecuencias personales que me trajo el viaje al Manú de 1996 y el 
encuentro con Alcir. Mi vida dio un giro tremendo. Ya nada sería igual... Al poco tiempo de esa experiencia
ya me encontraba compartiendo mi testimonio y las investigaciones que realizaba sobre el mundo intra-
terrestre y el fenómeno ovni por varios países, dedicado a tiempo completo a ello. Había escrito mi primer
libro a los 22 años. Todo se había dado muy rápido. Y en mi mente seguía sonando la voz de Alcir en
Pusharo, pidiéndome dedicación a la tarea de difundir la existencia de la Jerarquía “antes de que todo
fuese entregado”. Lo que debe entregarse o revelarse es el tesoro que protegen en sus Retiros Interior-
es: la verdadera historia de la Tierra. Esa información no sería solo para los contactados. Está destinada
a ser otorgada a toda la humanidad, aunque el proceso es lento y gradual desde nuestra perspectiva
humana.
Pienso que la labor que ha recaído en nosotros, los testigos de los encuentros cercanos, sólo procura
“activar” el recuerdo de ese pasado. Todos, queramos o no, estamos involucrados con el gran proceso de
transformación planetaria. Algo que los Maestros del mundo subterráneo conocen muy bien al ser ellos de-
scendientes del remanente atlante o muniano, aunque suene a una locura.
Paititi no es la única “ciudad perdida” vinculada a la Hermandad en las selvas de América del Sur. Sabemos
de diversos enclaves ocultos bajo el inmenso manto verde. He participado de varias expediciones a esos
lugares de poder. Y en ellos sentí la misma energía que Paititi. Como no podía ser de otra forma, el relato
de hombres de blanco, avistamientos ovni y los infaltables túneles que recorren cientos de kilómetros, es
una constante que no obedece al azar.
Uno de esos lugares que recuerda en cierto modo a Paititi se halla en Brasil: la Sierra del Roncador.

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La desaparición del Coronel Fawcett

En el inmenso estado brasileño de Mato Grosso
(901.420 Km ²) se esconde un enigma tan apasio-
nante como el misterio de Paititi. En el corazón de la
llamada Sierra del Roncador, se halla el ingreso a un
mundo perdido que se protege tras su indócil selva y
las flechas de los aguerridos indios del Parque Xingú.
Un escenario que parece haber sido extraído de una
película de ficción. No obstante, al dar un vistazo a
este paisaje, es inevitable asociarlo con Paititi. Más
aun al encontrar claros indicios que apuntan a una
raza de seres superiores que viviría en las entrañas
de la Tierra y que, por si ello fuera poco ―al igual que
otros puntos en el planeta que los mencionan― estarían protegiendo los anales de la  “verdadera histo-
ria del hombre, su origen y misión”. Una afirmación que se repite una y otra vez.
Desde hace mucho se ha mencionado la zona del Roncador como un paraje que “esconde” uno de los
ingresos a ese mítico y esquivo reino subterráneo. Un punto en el mundo que es rico en diversas leyen-
das y, también, en misterios. No gratuitamente, en 1925 el investigador George Lynch sostuvo en la
prestigiosa revista Science at Vie que en el inexplorado Mato Grosso se halla el origen de todas las civili-
zaciones de occidente. Recordemos que ese mismo año, el Coronel inglés Percy Harrison Fawcett ―meda-
lla de oro de la Real Sociedad de Geografía de Inglaterra y jefe de la comisión encargada de delimitar las
fronteras entre Perú y países vecinos― llevó a cabo una arriesgada expedición hacia aquellas selvas
indomables. Un viaje del cual no regresaría.

 

Arriba: fotografía del Coronel Fawcett

La desaparición de Fawcett, debido a sus intachables credenciales y reconocimientos, encendió un interés
inusitado en esta región del Brasil. Más de un investigador se preguntaba qué diantres había ocurrido con
este Coronel, que más tarde inspiraría al propio Steven Spielberg el hoy famoso personaje de Indiana
Jones, quien, al igual que Fawcett, se zambullirá en la selva y otros puntos del mundo en pos de miste-
rios.  Lo inquietante es que Fawcett partió en busca de una ciudad secreta en el Roncador, denominada
por él “Z”. Y hasta la fecha, a más de ocho décadas de su expedición, no se sabe a ciencia cierta qué
pasó con el avezado Coronel, que desapareció de pronto en medio de las selvas del Xingú con sus dos
acompañantes, su hijo Jack, de 22 años, y el fotógrafo Raleigh Rimmel. Un detalle intrigante en torno a
su desaparición fue revelado en 1952 por otro de sus hijos, Brian, quien afirmó, con seguridad aplastan-
te, que si su padre entró en aquella ciudad perdida que buscaba, la “gente” de allí no le habría dejado
salir... ¿Quiénes no le habrían dejado salir?
La propia esposa del Coronel había sostenido que cuando vivían en el extremo Oriente aparecieron unos
“hombres extraños” que le anunciaron hechos extraordinarios para el futuro de toda la familia, anticipan-
do, incluso, el destino de Fawcett. Esos hombres serían “emisarios” de la Hermandad Blanca o Academia
Invisible que vigila el mundo. A todo esto se sumó el descubrimiento científico de Machu Picchu por Hiram
Bingham, en 1911, hecho que daría al Coronel mayor fuerza a su convicción de partir al Roncador, años
más tarde. La “invitación” de aquellos misteriosos personajes y la noticia de Machu Picchu fue el primer
estímulo. Pero no el único.
El nombre “Roncador” se debe a los extraños sonidos que parecen surgir del suelo. Un hecho inexplicable
en el lugar ya que el viento no puede generar tremendos fragores que parecen generarse en las entra-
ñas. Ya se ha descartado cualquier tipo de actividad sísmica en la zona. Entonces, ¿quién o qué genera
esos sonidos, que a veces son metálicos o mecánicos? Estos datos fueron interpretados por Fawcett como
el indicio de actividad de un mundo subterráneo.
El explorador, desde luego, sabía que en Brasil ―así como en otras regiones aún sin investigar de América
del Sur― yacían escondidas ancestrales ciudades de piedra, ocultas bajo el conveniente manto selvático.
Ya en sus viajes por el continente, Fawcett había oído hablar de “indios rubios, de ojos azules”, como
remanente de una cultura olvidada que llegó desde tierras muy lejanas luego de un cataclismo. Aquel hilo
lo aventuró en 1921 a la búsqueda de la ciudad perdida de Bahía, también en Brasil.  Pero lo cierto es que
al margen de su silenciosa pesquisa ―poco se sabe en realidad lo que encontró Fawcett y decidió callar―
existe un centro arqueológico en Bahía, concretamente en Igatú, cerca de Andarai en plena meseta
Diamantina. Algunos la conocen como “La Machu Picchu de Brasil”.
Es importante echar un vistazo a ese misterio en Bahía por cuanto es la ciudad que aparece en el
“manuscrito 512”, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. La existencia de ese encla-
ve, y las revelaciones del polémico texto, pusieron a Fawcett tras una “pista” que él creía lo llevaría a una
ciudad de piedra abandonada, en donde reposaría la clave para ingresar al mundo intraterrestre.

El Manuscrito 512



Habría aparecido a mediados del Siglo XIX, con el controvertido título: “Relación histórica de una oculta y
gran población antiquísima sin habitantes que se descubrió en el año 1753”.
El documento, carcomido en parte, inicia su relato narrando una expedición de bandeirantes al interior del
Brasil. Aquel grupo había partido de Sao Paulo. Se cuenta allí que gracias a un venado blanco ―que salió
de la nada― fueron guiados hasta las mismísimas ruinas de una ciudad de piedra. Los aventureros, luego
de haber sorteado un valle de tupida selva e innumerables ríos, se hallaron atónitos ante una entrada for-
mada por “tres arcos de gran altura”, coronados con inscripciones. Entonces decidieron entrar. Y allí descu-
brieron, en el centro de una plaza de esta ciudad abandonada, una columna de piedra negra, coronada por
la estatua de un hombre señalando con la mano derecha, en dirección norte...
El manuscrito narra otros detalles extraordinarios de esta expedición que aumenta aún más la intriga. El
relato, sin duda, empuja a cualquiera a lanzarse en busca de aquellos misterios. Pero, ¿quién fue el autor?
¿Y hacia dónde apunta la presunta estatua humana que hallaron? Penosamente, al hallarse parcialmente
carcomido por las termitas, ciertas partes del documento se perdieron y se pensó que entre ellas estaba el
nombre de quien lo redactó. Ante ello, algunos historiadores, como era de esperarse, dijeron que todo era
un fraude. Sin embargo, era cuestión de tiempo y estudio dar con el nombre del autor de “512”. El histo-
riador Pedro Calmón, luego de un minucioso trabajo, logró identificar al autor del manuscrito: el capitán
Joao da Silva Guiamares, fallecido entre 1764 y 1766.


Arriba: Fawcett sostenía la existencia de anacondas gigantes en la selva amazónica.

El texto, originalmente, había sido descubierto en las estanterías de la Biblioteca Pública de la Corte de Río
de Janeiro. Más tarde se reprodujo, aunque parcialmente, en el primer número de la revista del Instituto,
exactamente en el año 1839.
Fawcett conocía al dedillo la narración de aquel insólito documento de apenas 10 páginas, pero que conte-
nía la información suficiente para orientar al Coronel hacia otras ciudades perdidas en el Brasil. Actualmente,
el Manuscrito 512 continúa entre los archivos de la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, en la sección
“manuscritos”, serie “obras raras”. Y es así: quedó solo como una obra rara.
No obstante al misterioso texto, el estímulo más poderoso con que contó el Coronel para penetrar final-
mente el Mato Grosso, fue otro. Y quizá tan inquietante como el relato del mismo manuscrito.

El atlante de basalto

El hecho que motivó finalmente a Fawcett a partir
en busca de “Z” en la Sierra del Roncador fue una
extraña estatuilla de estilo egipcio, hecha en basal-
to negro (roca volcánica vitrificada), que llegó a sus
manos gracias al famoso novelista Sir Rider Haggard
―autor de la fascinante obra “Las minas del Rey
Salomón”― quien la consiguió, precisamente en el
Brasil, a fines del siglo XIX. Una estatuilla de basalto
que recordó a Fawcett el relato del Manuscrito 512:
una piedra negra que se alzaba en medio de la ciudad
de piedra, con la figura de un hombre sobre ella seña-
lando al norte… ¿Podía ser una casualidad? ¿También
era de basalto esa estatua?

Para averiguar si había alguna conexión, el Coronel
recurrió a una discutida investigación psíquica por re-
comendación expresa de sus amigos de la Sociedad
Teosófica. Así, a través de la psicometría, se determinó que la extraña estatuilla (de unos 25 cm. de altura),
venía de la Atlántida. Supuestamente, fue rescatada por un superviviente que la mantuvo a su custodia en
una ciudad de piedra construida en la selva de Brasil… Lo curioso es que la estatuilla representaba a un
sacerdote sosteniendo una tabla con 24 extraños signos. Al parecer, Fawcett logró descifrar 14 de estos
símbolos al hallarlos en piezas de cerámica prehistórica, también halladas en Brasil. Y se piensa que utilizó
esta información para alcanzar su objetivo. Aquella escritura, se dijo, era una especie de “contraseña” o
“password” para entrar en el mundo perdido del Roncador. Aunque todo esto suene tan raro y fantasioso,
hay que decir que existen diversos estudios serios sobre la inscripción que esgrime la estatuilla.
Arriba: representación de la estatuilla de basalto. El “sombrero” del personaje recuerda es casco de Alcir. Y
los símbolos de la tabla que sostiene se asemejan a los que muestran algunas de las láminas de oro halla-
das en la Cueva de los Tayos.
El estudioso argentino de origen israelí Aldo Ottolenghi, en su obra “Civilizaciones Americanas Prehistóricas”
(1980), se adentra de lleno en el misterio de esos signos. De acuerdo a su opinión ―y hay que decir que
es un experto mundial en escrituras ancestrales― por las complejas y exactas características que mues-
tra la estatuilla como “lenguaje arcaico”, constituye una prueba de su autenticidad.
Por alguna razón, esa estatuilla llegó a manos de Sir Haggard para que, finalmente, Fawcett la posea
como la ratificación de un viaje que venía pensando realizar. El objeto ―como si se tratase de una profe-
cía― acompañó al osado explorador inglés en su último y extraño viaje al Mato Grosso. ¿Tenía que
devolverlo a su lugar de origen?

Matalir-Araracanga: la ciudad que truena
Aquel es el nombre nativo con el que se suele identificar a la ciudad intraterrestre del Roncador. Como
mencioné anteriormente, debe su denominación al extraño ruido, a veces como de “truenos”, y otras
ocasiones como de “máquinas”, que parece surgir del suelo. Matalir-Araracanga sería la presunta insta-
lación subterránea que genera aquellos “sonidos imposibles”. Pero no necesariamente se trata de tec-
nología de los intraterrestres. Algunos místicos suponen que en verdad nos encontramos ante mantras o
“cánticos sagrados” de los habitantes subterráneos del Roncador. Como fuere, este fenómeno de los
“sonidos” ha sido reportado en otros puntos similares en todo el mundo, incluyendo el propio desierto de
Gobi.
En el caso del enclave que comparte China y Mongolia, se ha oído muchas veces que las caravanas que
atravesaban el desierto asiático escuchaban un “canto antiguo” salir de las entrañas de la tierra. Inme-
iatamente todo quedaba en silencio. Hasta los animales que venían con la caravana se calmaban. Incluso
el viento, frecuente en aquellos parajes, también, misteriosamente, desaparecía. Al cabo de unos instan-
tes más, todo volvía a la normalidad… Entonces los lamas allí presentes afirmaban que este hecho suce-
de cuando el Rey del Mundo, el Supremo Maestro de Shambhala según sus creencias, está orando por la
humanidad. ¿Ocurre lo mismo en Roncador?

Sólo he citado aquí los datos más resaltantes que envuelven a ese lugar mágico del Mato Grosso. En
agosto de 2004 tuve la ocasión de estar allí, y puedo dar fe de los “sonidos” y avistamientos ovni que se
ven en la zona. Y un sinfín de relatos de gente que desapareció buscando la entrada al mundo subterrá-
neo o al propio Fawcett.


Arriba: Expedición de Ricardo González con un equipo internacional en Sierra del Roncador (agosto 2004).

Una de las expediciones más sonadas se llevó a cabo en 1996, bajo la iniciativa del empresario brasileño
James Lynch. Pero el tipo no tuvo mucha suerte: los indígenas secuestraron a todo el equipo durante varios
días, y sólo fueron liberados tras pagar un cuantioso rescate. No obstante, ello no quiere decir, necesa-
riamente, que una suerte similar corrió la expedición del intuitivo Coronel.
Quizá, Fawcett no murió bajo un inesperado ataque de los indios, o picado de muerte por alguna víbora.
Nunca se halló su cuerpo.  Sólo algunas falsas noticias del supuesto cráneo del Coronel que pronto fue-
ron desmentidas desde Inglaterra al comparar el hallazgo con los registros dentales en el Ejército al que
sirvió en la Primera Guerra Mundial. ¿Y si el Coronel llegó a su destino, siguiendo los acertijos del Manus-
rito 512 y el mensaje secreto de la estatuilla de basalto? Al menos así lo pensaba su familia.

El misterio de los discos solares
En la medida que fuimos acudiendo a estos lugares de poder, se nos fue instruyendo sobre la existencia
de una “red de discos” que se hallaría conectada al Gran Disco Solar de Paititi. La primera vez que se me
habló de ello fue en febrero de 2001, en un encuentro cercano extraterrestre en el desierto de Chilca,
famoso enclave de la costa peruana por sus avistamientos ovni. En la experiencia se me dijo que no sólo
existía un disco en la ciudad perdida de los Incas, sino otros 12 que forman parte de una red que está “uni-
da por fuertes lazos de energía”. Esa red de 12 herramientas sobrenaturales, que se suma al Gran Disco
Solar de Paititi, estaría siendo custodiada en 13 santuarios subterráneos entre los que se halla el pro-
pio Roncador. Así, comprendimos que buena parte de los centros de la Hermandad Blanca que visitábamos
estaban unidos por la existencia de distintos discos solares. Ello explicaba muchas cosas, desde algunas le-
yendas que sugerían artefactos en otros lugares a la percepción de que en el lago Titicaca aún permane-
cía el presunto disco de Aramu Muru. ¿Se trataba de discos distintos? ¿Entonces, cuál es su origen?
¿Para qué están siendo custodiados en el mundo intraterrestre?
En los distintos viajes que llevamos a cabo para conectar con esa red, como los que hicimos a Mount
Shasta en California, Talampaya en Argentina,  o el Licancabur, un volcán cónico situado entre la frontera
de Chile y Bolivia, logramos reunir mayor información sobre los discos solares. Pero sería en el Roncador
donde obtendríamos la pieza clave.
En una experiencia que me tocó vivir en el denominado “Dedo de Dios” ―la curiosa formación de roca  en
donde se inicia la Sierra del Roncador―  accedí a una información que sería clave para entender el me-
canismo de acción de esos discos.
A través de un ejercicio de proyección mental hacia el interior del santuario subterráneo del Roncador,
logré observar un disco similar como el que Alcir me había mostrado en las selvas del Paititi, pero diferen-
te en los símbolos que mostraba y en su energía. Sentía algo distinto en esa pieza dorada que contem-
plaba.

―¿Qué sientes al ver este disco? ―me preguntó una voz amable en medio de mi experiencia.
―Siento que es parte de lo mismo ―contesté―; pero emana una energía distinta.
―¿Y cómo podrías definir esa energía distinta? ―me inquirió la “voz”.
En ese momento, con mi frente y manos apoyadas en la pared de roca del “Dedo de Dios” en Roncador ―
tal y como lo hemos hecho en Hayumarca o Pusharo― comprendí lo que me quería hacer “ver” mi invisible
interlocutor. Supe entonces que se trataba de “sonidos: esa red de discos poseía trece tonos o frases mu-
sicales que guardan un propósito concreto.
Y en ese instante de comprensión “escuché” los trece sonidos.
Pero fue cuatro meses más tarde, en una nueva experiencia de contacto en Tierra del Fuego ―exactamente,
el 13 de diciembre de 2004, en Bahía Lapataia― que se nos confirmó lo que “escuché” en Roncador: se
trataba de un mantra que unía esos trece tonos en un solo canto sagrado. El mantra de los discos sola-
res. Fue así cómo se recibió.
Era el inicio de una nueva etapa de trabajo por todo el mundo...